El extraño misterio de la isla Walney
Había una vez un marinero, Jeremy, que navegaba por el río de noche. Después
de dos o tres horas, Jeremy vió una extraña criatura volando. Sorprendido
decidió que sería buena idea investigar el caso.
Al día siguiente, Jeremy, se acercó a una empresa privada llamada
“Pinkerton” en búsqueda de ayuda. Al ingresar a la compañía de detectives, lo
atendió un hombre en el mostrador de informes. Jeremy pasó a contarle lo que
había sucedido la noche anterior:
- Buenos
días. ¿En qué lo puedo ayudar señor? - preguntó el hombre detrás del mostrador.
- Hola.
Anoche, navegando, vi una criatura extraña con alas y me gustaría contratar un
servicio para averiguar dónde vive y cómo es. Me parece que esta criatura
proviene de un cuento.–contestó Jeremy.
- ¿¡Perdón
!? ¿Una criatura de cuentos? ¿Usted está diciendo que los personajes de los
cuentos existen en la vida real? – Se dirigió el hombre con tono burlón.
- Claro.
Pero no la pude ver bien y no reconozco de qué cuento puede venir.
El hombre lo
miró seriamente por unos segundos y empezó a reírse a carcajadas. Jeremy
molesto se retiró de la conversación y decidió irse del lugar.
Mientras Jeremy le comentaba al hombre lo que había sucedido, dos
sujetos llamados Robert y John escuchaban atentamente la conversación detrás de
la puerta de su oficina. Robert y John eran dos amigos que trabajan como
investigadores desde hace poco tiempo y no tenían mucha experiencia.
- Robert,
tengo una idea. – dijo John.
- ¿Qué? –
respondió Robert en un tono elevado.
- Bajá la voz, y escuchá lo que dice aquel
marinero. Habla de una criatura extraña con alas que vio anoche en el río.
Puede ser interesante para investigar. Además, a nosotros nos interesan todos
los casos relacionados con cuentos que se hacen realidad.
- Si, tenés
razón. Porque siempre en los cuentos se narra que por las noches, a la orilla
del río, aparece un personaje con forma de humano con alas y podría tratarse de
lo que el marinero afirma haber visto. –
Dijo Robert.
- Pero…
tengamos cuidado. Que en el cuento toda persona que se acerca a esa criatura
nunca vuelve a ser vista. – Le avisó John con cara de preocupación.
Robert y John llamaron la atención de Jeremy desde la puerta de su
oficina antes de que éste cruzara la salida de la empresa. Jeremy sorprendido
se acercó a los detectives principiantes.Luego de una conversación que duró
alrededor de media hora, Jeremy puso al tanto a Robert y su amigo de todo lo
que había visto.
Esa misma tarde los amigos sacaron todo lo que necesitaban de la empresa
para continuar con el trabajo; Botes, linterna, abrigos, chalecos salvavidas,
armas y una cámara fotográfica. Lo hacían sin permiso de sus jefes debido a que,
por ser nuevos en el trabajo, no les daban permiso.
A la noche Robert y John salieron a navegar por el río. Mientras lo
hacían, encontraron un castillo en la isla Walney. Era una construcción antigua
y abandonada. Oscura y fría. Cuando los detectives entraron, empezaron a
escuchar ruidos. Luego vieron pasar delante de sus ojos, de manera fugaz, una
sombra.
- Tengo
miedo. – Expresó Robert.
- Bueno,
tranquilo. Tenemos que investigar qué fue eso. – Contestó John.
Repentinamente, los amigos vieron que un dragón se acercaba a ellos.
Por la forma en que enseñaba su gran boca con dientes afilados parecía estar
muy hambriento.
- ¡Cuidado
Robert! Viene hacia nosotros. Dispárale a ….. ¡oh, no! Nos hemos olvidado las
armas en el bote. – Habló John con miedo.
Al día siguiente Jeremy fue a la misma oficina en donde se había
encontrado con los amigos para preguntarles si habían podido averiguar algo del
caso. Al no encontrar a los detectives, Jeremy preocupado le contó lo sucedido
al hombre del mostrador. El señor, a su vez, habló con los jefes de la empresa;
los que deciden enviar al mejor equipo de detectives que la empresa tenía.
Nunca más volvieron a ver ni a John ni a Robert. Tampoco al dragón.
FIN
No hay comentarios.:
Publicar un comentario