En noviembre de 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 18 de julio «Día Internacional de Nelson Mandela» en reconocimiento de la contribución aportada por el ex Presidente de Sudáfrica a la cultura de la paz y la libertad.
En la resolución 64/13 de la Asamblea General se reconocen los valores de Nelson Mandela y su dedicación al servicio de la humanidad a través de su labor humanitaria en los ámbitos de la solución de conflictos, las relaciones interraciales, la promoción y protección de los derechos humanos, la reconciliación, la igualdad entre los géneros, los derechos de los niños y otros grupos vulnerables, y la defensa de las comunidades pobres y subdesarrolladas. Se reconoce también su contribución a la lucha por la democracia a nivel internacional y a la promoción de una cultura de paz en todo el mundo.
El 18 de julio de cada año se pide a las personas que donen al menos 67 minutos de su tiempo en servicio a sus comunidades. El número sesenta y siete es un número simbólico, que representa el número de años que Mandela estuvo involucrado activamente en el activismo social. El Día de Mandela funciona como catalizador para que las personas de todo el mundo cobren consciencia de que todas y cada una de ellas tiene la capacidad de cambiar el mundo a través de pequeñas acciones.